Al llegar al aeropuerto te estaremos esperando para llevarte a tu hotel en la ciudad. Sabemos que vas a estar emocionado por ver todo, pero te recomendamos tomarte el día relajadamente: apropiate de Buenos Aires caminándola a tu propio ritmo.
Nuestra ciudad es increíble y furiosa, amable e irreverente. Como sus habitantes, nacidos de la gran inmigración, acá todo se mezcla y se integra en una nueva y mejorada versión. Buenos Aires es muy cosmopolita, llena de colores, diferentes tipos de arquitectura y la capital de Argentina. Los argentinos son conocidos por su hospitalidad: si caminás por las calles con un mapa en la mano probablemente alguien se te acerque para preguntarte qué dirección buscás. ¡Ese es el espíritu argentino!
Algunas sugerencias para tu primer día: perdete en las calles adoquinadas del barrio de Palermo llenas de cafés modernos y muy chics (“copados” diríamos en Buenos Aires), disfruta del olor a carne asada a la parrilla que inunda esta ciudad donde el bife es más famoso que el presidente y explora los mercados de antigüedades de San Telmo, ex barrio inmigrante y uno de los más viejos de Buenos Aires. Pero si realmente queres hacer un viaje a las profundidades de la personalidad argentina, almorzá un “choripán” (sándwich de chorizo) con chimichurri (una salsa especial para aderezar la carne).
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¿No sabés por dónde empezar? No te preocupes che (es nuestra palabra favorita, funciona como un “¡ey!”), en nuestra Guía de viaje de Buenos Aires podés leer más sobre los lugares imperdibles de la ciudad y los mejores restaurantes para ir a comer.
(Este es el «mate» nuestra bebida favorita, ¡tenés que probarlo!)